Invitacion a oracion por la renovacion de la Fe en Polonia y Mexico
El 3 de mayo de 1959, el Cardinal Miguel Dario Miranda y Gomez, entonces Primado de Mexico, a peticion del Primado de Polonia Cardenal Stefan Wyszyński, entregó a Polonia al ciudado de Nuestra Senora de Guadalupe.
Señor Jerzy Skoryna, el soldado del Ejercito National y el participante del Levantamiento de Varsovia, tras la desmovilizacion del Segundo Cuerpo en Inglaterra, llegó en octubre de 1949 a Mexico, donde se instaló permanentemente. Suya fue la iniciativa de preparar y organizar la la consagración de Polonia a la Virgen de Guadalupe.
Como conocía personalmente al Primado de México, le preguntó qué habría que hacer para que Polonia pudiera ser confiada a Nuestra Senora de Guadalupe.
El Primado de Mexico, Cardenal Miguel Dario Miranda y Gomez, respondió al Sr.Skorina que esto sería posible bajo dos condiciones: El Primado de Polonia deberia hacer tal petición, y también el Presidente de Polonia deberia expresar la misma petición.
Inmediatamente el Primado de Polonia, el Cardenal Stefan Wyszynski, fue informado sobre ello y, en poco tiempo envió su petición. El gobierno comunista de la Republica Popular de Polonia en aquel momento no pudo hacerlo por razones ideologicas. Así que la petición de parte del gobierno la envió el Presidente del Gobierno de Londres en el exillo, reconocido por el Vaticano.
El Primado de México, Cardenal Miranda y Gómez encargó al señor Jerzy Skoryna la organización de ese gran acontecimiento , marcando la fecha para el día 3 de mayo. El domingo, 3 de mayo, a las 7 de la manana, el Padre Klukowski de los Estados Unidos ofició la Santa Misa en la Basilica de Guadalupe frente a la imagen milagrosa de Nuestra Senora de Guadalupe pidiendo por la nación polaca.
El Padre Klukowski enfatizó la importancia de este momento histórico que conmemoraba dos grandes acontecimientos en la historia de Polonia: la fiesta eclesiástica y estatal del 3 mayo- la de la Reina de Polonia y la fiesta de la Constitucion del 3 de mayo, cuando su patria y su nación fueron puestas bajo la protección de Nuestra Senora de Guadalupe.
Expresó su confianza en que Polonia llegaría a ver la liberación y la verdadera libertad. Al final de su discurso, leyó un telegrama del Primado de Polonia, el Cardenal Stefan Wyszynski: “En la fiesta de la Reina de Polonia, cuando todos los fieles renuevan sus votos de Jasna Gora les envíamos a nuestros compatriotas reunidos al pie de Nuestra Senora de Guadalupe, las expresiones de la unidad en una sola fe, del amor fraterno y de la esperanza inquebrantable”.
El Primado de México pronunció un largo discurso en español, lleno de amistad y amor hacia Polonia y hacia la comunidad polaca residente en México. También mencionó otros paises que estaban entonces bajo la ocupación, cuyos delegados marcaron su presencia con pancartas visibles. Con palabras de aliento y esperanza nos aseguró que todas estas experiencias y pruebas a las que estaban sometidos estos paises pasarían y la final ellos recuperarían su libertad. También alentó a la oración y a confiar en la protección maternal de la Virgen María.
Dirigiendose a los ciudadanos de México, recordó que cuando la Iglesia en México sufría las persecuciones (1926-1936), Polonia oraba por México. Asi que ahora México tiene una deuda con esta heróica nación y debe devolverla con la oración cuando Polonia sufre a causa del comunismo ateo. Polonia siempre ha sido fiel a la fe y a las tradiciones católicas.
Hoy queremos agradecer al Primado de Polonia el Cardenal Stefan Wyszynski, quien también confio las vicisitudes de la nación polaca a la proteccion de Maria, creyendo y confiando en su ayuda y protección.
La expresión de esta fe y la confianza del Primado del Milenio se reflejó en su Lema episcopal:” Pongo todo en manos de Maria”; y en su profunda conviccion basada en los hechos historicos de que Maria protege y defiende su Reino en Polonia contra las diversas amenazas y los múltiples peligros.
También se esforzaba contiuamente por el bien de la nación basándose en el testamento de su predecesor, el Cardenal Hlond, quien dijo entre otras cosas:” La victoria cuando llegue, será la victoria de Maria”. Asi fue en el pasado y asi también será en el futuro” .
Estas victorias se repiten una y otra vez en la historia de la nación creyente y mariana , ya que el enemigo de la Iglesia y de la nación constantemente renueva sus ataques e intentos de aniquilarlas. Pero Cristo nos aseguró: “ las puertas del infierno no le abrumaran”(Mateo 16.18). Maria, en la convicción del Primado, como Reina de nuestra nación, y tambien como Madre de la Iglesia, es la Mujer elegida por Dios para aplastar la cabeza de este enemigo y para frustrar sus planes.
Una de estas victorias fue la elección del Cardenal Karol Wojtyla como Papa en el año1978. El papa polaco dedicó toda su vida y su actividad pastoral a Cristo y a Maria según el lema de San Luis Grignonde Montfort:’ Totus tuus”.Juan Pablo II es, en efecto un Papa providencial que conduce al pueblo de Dios a Cristo a través de Maria.
Agradeciendo a Nuestra Señora de Guadalupe la intercesión ante su Hijo y dándole gracias por su ayuda a Polonia, deseamos, en virtud de la consagración que tuvo lugar hace 60 años en la Basílica en México , renovarla durante todo el año, concientes de que hay una gran lucha por la fe en nuestra patria. Preocupados por el futuro de la nación polaca, junto con los hermanos mexicanos pertenecientes al Apostoaldo del Rosario de Santa Maria Guadalupe, les invitamos a unirse a nosotros en la oración común.
La consagración a la Virgen María tiene el poder y este poder fluye del Corazón de Maria. Ella lleva todas nuestras intenciones y preocupaciones a su Hijo y a nuestro Senor Jesucristo. A partir del 12 de diciembre del 2018, la fecha inicial de la peregrinación de las reliquias de San Jose Luis Sanchez de Rio, mártir de Cristo Rey, nos uniremos a la gran oración anual por la renovación de la fe de las dos naciones: la nación polaca y la nación mexicana, pidiendo a este valiente soldadito de Cristo interceda por nosotros y por nuestra patria.
Escrito: Dorota Popowska
Apostolado del Rosario de la Virgen Guadalupe en Polonia